He de decir que lisboa no es lugar para niños. Hemos visto pocos parques infantiles y el suelo, hecho a base de adoquines y muy irregular, hacen que sea dificil de andar con un carrito.
Además, es imposible bajar al metro con carrito (supongo que por eso no hemos visto tampoco minusválidos).
A todo esto se une que cuando quieres cruzar la calle por un semáforo, el tiempo para hacerlo con el peatón en verde es muy reducido. Además, cuando se cruza hay que pasar las vías de tranvía por lo que es aún más dificil conseguirlo en el tiempo que ponen.
Es difícil acceder a los medios de transporte con el carrito, en particular a los tranvías.
No obstante, ha sido un buen viaje en el que hemos visto muchas cosas y lo hemos pasado bien.
Buena comida, simpatía de los lugareños y paseos agradables.
Un buen lugar para visitar, aconsejable, sin duda.
Dejo fotos de la Torre de Belem, Parque de las Naciones (EXPO), Alfama, la catedral, vistas desde el Castillo de San Jorge, el Elevador de Santa Justa y el Monasterio de los Jerónimos.
